DISDIRA: La luna en el mar riela.
Pilar Soler
Existe una relación que entendemos como mágica al sumergirnos y surgir de nuevo. Traspasar la superficie del agua se convierte en un acto simbólico que se puede identificar en diferentes culturas con ritos de trasformación.
Son muchas las historias desde la antigüedad que hablan sobre la trasformación muy ligadas a la vida y la muerte, a rituales que simbolizan la potencia creadora y destructora del agua. Como aquella historia que contaban los maoríes en donde existía un lago mágico que trasformaba la vida. Este poder provenía gracias a que la luna se sumergía en sus aguas para morir en ellas y de allí mismo resurgía con una nueva forma para volver al cielo. Una historia en donde la muerte no es un final, es solo la antesala de un cambio de forma.
Irati Inoriza presenta una exposición articulada por medio de una serie de piezas y reflejos que se muestran suspendidos en una línea de tránsito entre lo que son y lo que pueden ser. En donde las obras que lo componen crean una tensión mediante un juego de elementos simbólicos y formas que invitan a los cuerpos a pasar de un estado a otro y nos dan la posibilidad de entrar a otro lugar.
Disdira significa brillo en vasco, apariciones especulares que como una luz parpadeante intentan mantener su rastro, aunque sea en el recuerdo de su visión. Una luz que brilla misteriosa y en su fragilidad deja la estela de una forma nueva y nuevos significados desde un lugar impreciso y profundo para la mirada.
Es curioso ver cómo las cosas reflejadas se disuelven en el agua y en su movimiento invitan al observador a adentrarse en una segunda realidad, donde la superficie del agua funciona como un espacio liminar para pasar de un lugar conocido a otro por descubrir.
Son imágenes desdobladas que en la exposición invaden el espacio del espectador y transitan entre el mundo real y su fantasmagoría, creando una serie de relaciones en donde todo se sostiene gracias a la posibilidad de ser otra cosa en la orilla de lo visible.
[eng]
DISDIRA: La luna en el mar riela.
Brightness: The moon at sea shimmers
Pilar Soler
There is a relationship that we understand as magical when we submerge ourselves and emerge again. Crossing the surface of the water becomes a symbolic act that can be identified in different cultures as rites of transformation.
There are many stories from ancient times that talk about the transformation closely linked to life and death, to rituals that symbolize the creative and destructive power of water. Like the story told by the Maori, where there was a magical lake that transformed life. This power came from the moon submerging itself in its waters to die in them, and from there it resurfaced with a new form to return to the sky. A story where death is not an end, only the prelude to a change in form.
Irati Inoriza presents an exhibition articulated through a series of pieces and reflections that are shown suspended in a line of transit between what they are and what they could be. Where the works that compose it create a tension through a game of symbolic elements and forms that invite the bodies to transform from one state to another and give us the possibility to enter another place.
Disdira means brightness in Basque, specular apparitions that, like a flickering light, try to keep their trace, even if only in the memory of their vision. A light that shines mysteriously and in its fragility, leaves the trail of a new form and new meanings from an imprecise and profound scene for the gaze.
It is curious to see how the reflected things dissolve in the water, and in their movement, invite the observer to enter a second reality, where the surface of the water functions as a premliminary space to move from a known place to another undiscovered.
They are unfolded images that, in the exhibition, invade the spectator's space and move between the real world and its phantasmagoria, creating a series of relationships where everything is sustained by the possibility of being something else on the shore of the visible.